
waldorf en mi casa
Waldorf en mi casa es un proyecto personal de vivencia compartida de la pedagogía antroposófica, que nace del camino recorrido junto a mis hijas, fruto de años de vivencia, observación y búsqueda interior. Surge del deseo profundo de ofrecerles una formación consciente, que no solo nutra su pensamiento y su creatividad, sino también su vida emocional, su mundo interior y su conocimiento de sí mismas.
Desde este impulso, el proyecto se ha ido compartiendo con otras familias, acompañando no solo a los niños, sino también a los adultos que los rodean. Se cultiva así un espacio donde la autoeducación del adulto y la autoeducación del niño se entrelazan, reconociendo que educar es un acto vivo que transforma a todos los involucrados.
Los valores que sostienen este camino, como el desarrollo de la empatía, la claridad emocional, la autenticidad y la responsabilidad, son fundamentales para formar seres humanos que, el día de mañana, puedan integrarse a la sociedad de manera libre, sana y consciente, con raíces profundas y alas propias.
Todo este trabajo se basa en el estudio e investigación independiente de los escritos y conferencias de Rudolf Steiner, que han sido guía y fundamento en la construcción de este proyecto. Desde una comprensión libre de la Antroposofía.
Entendiendo la autoeducación cómo el proceso por el cual una persona toma en sus propias manos el desarrollo consciente de sí misma, tanto en lo intelectual como en lo anímico y espiritual. No se trata solo de adquirir conocimientos, sino de cultivarse interiormente, transformarse, y ejercer una voluntad libre hacia la mejora personal continua.
Desde la mirada antroposófica, la autoeducación es un pilar central del camino del adulto, porque solo quien trabaja sobre sí mismo puede realmente sostener el desarrollo sano de otros, especialmente de los niños. Rudolf Steiner insistía en que la pedagogía comienza con la transformación del adulto, y que cada acto educativo es también un acto de autoconocimiento y autodesarrollo.
La autoeducación implica:
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Vigilancia interior: observar nuestros pensamientos, emociones y actos con objetividad.
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Autodisciplina: cultivar cualidades como la paciencia, el entusiasmo, la constancia, la apertura.
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Escucha y aprendizaje continuo: a través del estudio, la experiencia, la meditación y el diálogo con la vida.
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Responsabilidad por el propio destino: reconociendo que somos co-creadores de nuestro camino evolutivo.
En contextos como la educación en casa, la autoeducación del adulto es especialmente valiosa, porque el referente del niño se convierte en ejemplo viviente. Educar no es simplemente aplicar un método, sino ser uno mismo una fuente viva de sentido y coherencia.
"No podemos educar a los niños si no nos educamos a nosotros mismos. Toda educación es autoeducación, y nosotros, como maestros, en realidad, sólo podemos ofrecer el entorno en el cual el niño pueda educarse a sí mismo. Pero esto solo puede tener efecto si nos ocupamos seriamente de nuestra propia educación."
— Rudolf Steiner, conferencia del 16 de agosto de 1923, curso de pedagogía curativa
Waldorf en mi casa es un proyecto que no pretende ser una escuela, sino que acompaña y respalda el derecho de las familias a una educación libre y en el hogar, desde una mirada consciente, respetuosa y viva. Surge como un espacio de sostén, inspiración y acompañamiento para quienes han elegido educar en casa, ejerciendo con libertad y responsabilidad su derecho a formar a sus hijos desde el entorno familiar.
Este proyecto se basa en mis estudios e investigaciones independientes dentro de la antroposofía, así como en la experiencia cotidiana de educar a mis tres hijas en casa a lo largo de muchos años. No busca reemplazar procesos escolares ni ofrecer marcos terapéuticos o psicológicos profesionales, sino abrir un camino de autoeducación del adulto, en paralelo con la autoeducación del niño, entendida como ese impulso interior que necesita condiciones vivas, rítmicas y amorosas para desplegarse con libertad y sentido.
Es ante todo, una invitación a vivir la educación como un proceso compartido de crecimiento, transformación y presencia, donde el hogar se convierte en un verdadero espacio pedagógico.